¿Quién no ha comprado alguna vez un producto dejándose llevar por el envoltorio? Un buen packaging puede jugar un papel decisivo en la venta de un producto. 

Packaging, envase, embalaje… Todas estas palabras significan lo mismo y son el elemento que contiene al producto, es decir, su función principal es protegerlo. Sin embargo, a día de hoy el packaging es más que eso ya que diferencia, identifica, atrae e incluso, aumenta el valor del producto y la marca. 

En un momento en el que ver unboxings forma parte de nuestro día a día, las marcas han tenido que esforzarse por sorprender ya no solo ofreciendo productos novedosos sino también, esforzándose para que el packaging que lo acompaña lo sea.

No solo son grandes marcas como Trident, Lego o Red Bull han aprovechado esta nueva estrategia de marketing para potenciar sus ventas y captar la atención del consumidor. Las pequeñas y medianas empresas también están ajustando su packaging y diferenciándose de la competencia. 

Estás en busca de un producto y encuentras múltiples opciones. Cada marca está intentando vender su producto con distinto envoltorio, distinto empaquetado, distintos colores… ¿Cuál te atrae más? ¿Un producto bien presentado y con una estética cuidada o un producto puesto en la estantería sin más en el que no se ve esfuerzo?

Definitivamente, es tan importante el contenido como la presentación del producto que pretendemos vender. El exterior, a veces, importa.